Creo que hoy el IES Pablo Neruda ha vivido
un día grande. Ha habido una sintonía general. Una comunidad escolar
mirando en la misma dirección.
Sin duda, el alma de todo esto ha sido Isabel Noguer, nuestra nueva
compañera de Inglés, que ha sabido ilusionar a muchos de sus alumnos y
comprometerlos en este empeño. El Departamento de Inglés en pleno ha
estado apoyando con su trabajo y su dedicación muchas horas del día, en
horario no escolar, durante al menos las útimas dos semanas. Otros
miembros del claustro nos hemos sumado y hemos arrimado el hombro; de
otra manera, habría sido completamente imposible.
Ha sido este un proyecto que ha movido las conciencias de nuestros
estudiantes, para los que reservamos las más productivas horas del día.
Un guion muy bien pensado, murales
ilustrativos,carteles, pancartas, dibujos, presentadores, intervenciones
musicales, apoyo visual, lecturas de frases alusivas al asunto por
parte del alumnado, lectura de poemas de autores consolidados que
reflexionaron sobre el tema y dejaron verdaderas joyas engastadas de
palabras poderosas e impactantes. Y un material humano imprescindible.
En definitiva, una fiesta de la comunicación; sí, de la comunicación
espiritual, del ‘todos a una’, en momentos en los que el mundo está
sorteando conflictos que nos tienen a todos el alma en un puño.
No cabe duda de que nosotros solos no vamos a solucionar los problemas
del mundo, pero es importante no dejar de hacer estas cosas, porque las
cabezas de nuestros muchachos se están formando ahora, y ellos serán los
que tengan en sus manos los destinos de todos de aquí a pocos años.
Las sociedades democráticas, como he tenido oportunidad de decir esta
mañana, somos un gran equipo. Necesitamos los mejores jugadores.
Desgraciadamente solemos dejar en el banquillo a aquel que más
estabilidad puede darnos, al jugador que mejor corre por la banda y que
mejor centra, el que mejor remata a gol. Su nombre es pequeño, solo
tiene tres letras, pero su valor es incalculable. No nos lo podemos
permitir. No hay lugar para el arrepentimiento. Démosle a la PAZ la
oportunidad que merece. No lo lamentaremos.
Los pequeños y humildes gestos son fundamentales, porque nosotros, los
‘pisahormigas’, somos quienes hacemos la historia. Unamuno llamó a esto
‘intrahistoria’. No lo olvidemos. Grandes acontecimientos han partido de
la iniciativa particular de un grupo de personas anónimas.
Gracias de nuevo, Isabel, por tu empeño y por tu trabajo.